sábado, 7 de julio de 2012

Lobo

De origen gallego. El solar originario de este apellido y de acuerdo a cuanto se indica en el libro “Becerro de Castilla”, parece ser que estuvo ubicado en el lugar de Melón, del partido de Rivadavia, Orense, lo que nos hace señalar como su tronco Galicia. En Melón se encontraba situado el monasterio de monjes de los Bernardos y es de dicha localidad de la que descienden todos los del apellido Lobo, al igual que los Lobera, Loberos y Lobones ya que unos y otros parece ser que tomaron su origen en la reina Claudia Lupavia, señora de Galicia, que se convirtió al cristianismo en el Pico Sacro, según afirma la tradición y habiendo cedido su palacio a San Eufragio para casa y sepultura del apóstol Santiago, se retiró a los Montes de Melón. Estamos siguiendo cuanto indica García Garrafa, en su Enciclopedia Heráldica y Generalógica, por lo que no podemos afirmar ni negar la veracidad de los anteriores datos, aunque es de suponer que tratadista de tan reconocido prestigio no los consignaría de no estar seguro de su autenticidad. En lo que se refiere a la difusión del apellido Lobo en el reino de Portugal, cabe señalar que Basco Lobo, señor de la casa en Galicia pasó a este país donde contribuyó a la fundación del Monasterio de Santo Domingo de Viana de Limia. Así, pues, queda establecido que la casa noble de los Lobo de Melón partieron las distintas líneas que fueron a establecerse en Portugal y distintos lugares de España, con preferencia en Aragón. Precisamente a la familia Lobo de Aragón pertenció Nicolás Lobo, célebre escultor de Zaragoza que por los años 1.542 trabajó en la sillería del coro de la catedral de aquella capital. Pero también conviene indicar que existió otra casa noble Lobo en Santander cuyos miembros entroncaron con los de la Calle, dando origen al apellido Lobo de la Calle. Se ignora si esta casa tuvo algo que ver con la gallega. Con el tiempo, el apellido Lobo fue extendiéndose por toda España, y cabe señalar la existencia de una casa de este linaje en Extremadura, concretamente en Siruela, provincia de Badajoz.